Entorno

Nuestros colmenares se encuentran situados en las cuencas de los ríos Jarama y Lozoya, entre 700 y 1600 metros de altitud. Las colmenas pasan el invierno y parte de la primavera en las zonas más bajas, donde hace menos frío y las floraciones son más templadas como; el Romero, Almendro, Tomillo, Salvia y Jaras.

Practicamos una trashumancia comarcal, hacia zonas de floraciones más tardías y condiciones climatológicas más frescas, es decir, hacia la montaña con ríos y arroyos cristalinos, donde la temperatura en verano es más agradable y donde las abejas y los apicultores trabajamos mucho mejor. En estas zonas recolectamos mieles de Brezos, Zarzamora, Cantueso, Tréboles y mielatos de Encina, Quejigos y Robles. Todas ellas de floración silvestre, clave para la obtención de un buen néctar, que nuestras abejas transforman en una excelente miel o mielato, dependiendo de si lo liban de flores o de exudaciones de árboles.

Nuestros colmenares están completamente alejados de cualquier punto de contaminación como depuradoras, carreteras, vertederos, fábricas, campos de monocultivo..., para así evitar la contaminación de néctar y de polen. De esta forma podemos asegurar a nuestros fieles consumidores un producto de excelente calidad.

El entorno de la Sierra Norte de Madrid hace que nuestras mieles presenten un gran potencial de actividad biológica (antibacteriana, antioxidante, antiinflamatoria), que fue evaluado en el IMIA (Instituto Madrileño de Investigación Agraria y Alimentaria) en un Proyecto de Investigación que culminó en el libro titulado "Mieles de Madrid". Los porcentajes de glucosa y fructosa indican que las mieles son maduras, extraídas sin premura, y los valores de los indicadores de frescura (HMF, 4.86 ppm; diastasa, 36.3 ºGothe, glucosa oxidasa y glucosidasas) confirman su juventud y su correcta extracción y presentación, en ausencia de tratamientos térmicos desnaturalizantes de sus propiedades beneficiosas, denominándose mieles crudas, ya que a partir de 40ºC la miel empieza a perder propiedades, existiendo una relación temperatura y tiempo = desnaturalización. La base nectarífera floral de Romero, Escaramujo, Trébol, Cardo, Brezos y mielatos de Roble, Quejigo y Encina confiere señas comunes de identidad, y la presencia de polen de Jaras, Robles y Encinas da personalidad a estas mieles de la Comunidad de Madrid.